Chocolate artesano de la semilla a la tableta o “Bean to Bar”

El movimiento Bean to Bar es una de las corrientes en fabricación de chocolate que más adeptos está obteniendo en los últimos años. Su nacimiento se sitúa en Estados Unidos, cuando un pequeño grupo de personas empezaron a preparar su propio chocolate en casa, desde los granos de cacao, de manera totalmente artesanal y a vender luego las tabletas por internet. Aunque en realidad se trata de una tradición de siglos en países de América Latina. En nuestro país todavía no está tan extendido como en otras partes de Europa, pero poco a poco se van sumando más maestros chocolateros a esta tendencia en auge. Se denomina “bean to bar”, cuya traducción al castellano es “del haba a la tableta” y en su sencillez está su éxito.

Proceso íntegramente artesanal

El proceso de fabricación del chocolate “bean to bar” cuida la calidad del chocolate frente a la cantidad que prima en la elaboración por parte de las grandes industrias. Es un proceso en el que tan sólo se usarán dos o tres ingredientes, teniendo como base las semillas del cacao y el azúcar. El artesano puede además personalizar su creación, controlando el porcentaje de azúcar, añadiendo leche u otros elementos aromáticos como especias o hierbas. Se consiguen chocolate elaborados de forma sencilla, rápida y personalizada.

Respeto a la materia prima y su producción

Una de las diferencias más notables a la hora de elaborar un chocolate “Bean to Bar” y uno industrializado es que en el primero no se emplea la técnica del prensado del licor, que permite extraer la manteca y el polvo del cacao.   Al no pasar por este proceso, se está respetando al chocolate que se obtiene íntegramente del grano, conservando sus propiedades organolépticas, las cuales son captadas y percibidas por los sentidos, como el sabor, el aroma y la textura.   Por este motivo, quien deguste un chocolate “Bean to Bar” podrá sentir claramente la diferencia entre uno artesanal y otro que viene de una fábrica.

¿Moda pasajera o tendencia seria?

Sólo el tiempo dirá si se trata de una moda pasajera o de una corriente que ha venido para quedarse. Por ahora todo parece indicar lo segundo, ya que maestros chocolateros y reposteros de todo el mundo se están interesando mucho en esta manera de fabricar chocolate artesanal.   Y es que este movimiento es un arte que requiere de maestros con el tiempo necesario para utilizar las manos y el corazón en cada grano. Es el acercamiento al productor, el tratamiento respetuoso y dedicado al cacao desde su cosecha.

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