Confitería en Navidad: el turrón Royo

Si hay un dulce omnipresente en todos nuestros hogares durante la Navidad, ese es, sin lugar a dudas, el turrón. Es uno de los grandes protagonistas de la confitería navideña en nuestro país, junto al mazapán y los polvorones.

El turrón, un dulce que forma parte de nuestra historia

En cuanto al origen de este dulce, se atribuye principalmente a los árabes, como muchos otros dulces tradicionales. Así, durante el periodo de Al-Andalus, ya se elaboraba esta mezcla de almendras con miel que podemos considerar el primer turrón tradicional propiamente dicho. También en la Grecia Clásica se elaboraba un dulce similar, con miel, almendras y otros frutos secos. Por su alto valor nutritivo, era tradición ofrecerlo a los atletas antes de las Olimpiadas.

¿Por qué se consume principalmente en Navidad?

Si bien es cada vez más común su consumo en otras épocas del año, es indudable que se trata de un dulce típico navideño. Una de las principales razones es que la almendra y la miel eran dos alimentos bastante costosos, por lo que el consumo de turrón se reservaba exclusivamente a las ocasiones especiales.

Además, la época idónea para su preparación coincidía con el otoño, estación que marcaba el fin de la temporada de recogida en el campo. De este modo, los agricultores disponían de tiempo para la elaboración del turrón.

El turrón Royo, sabor de la Navidad en Navarra

Como muchos otros dulces que se consumen en cada punto de la geografía del país, el turrón se disfruta en distintas versiones en cada región. Un ejemplo de ello es el tradicional turrón de almendra Royo, variedad de turrón típica de Navarra.

Ya en el siglo XVI se tiene constancia de la elaboración del turrón Royo en Pamplona, como atestiguan los documentos de la Cofradía de Cereros, alrededor de 1568. Además de dedicarse a la fabricación de velas, eran los profesionales de la elaboración del turrón y otros dulces tradicionales. También se elaboraba de forma casera en pueblos de Navarra como Artajona, lugar que aún conserva la tradición del turrón Royo.

Una receta con tradición

En cuanto a su elaboración, en su versión más artesanal consistía en calentar alrededor de 800 gramos de miel hasta que adquiera un punto de hebra larga, removiendo con una espátula. Después, se añadían las almendras, peladas y con un ligero tueste. El artesano conocía el punto justo del turrón, que adquiría un color dorado, sin llegar a pegarse. Tras remover la mezcla, se tomaba una almendra, y si se rompía, era señal de que el turrón estaba terminado.

Esta mezcla se extendía sobre obleas que descansaban en una superficie lisa, y se añadía peso sobre la elaboración hasta que se secara, con el fin de que las obleas se pegaran bien a la mezcla.

Actualmente, el turrón Royo continúa su tradición, y se sigue elaborando de esta misma forma, siempre escogiendo la mejor almendra para garantizar la calidad suprema. Además de su versión más tradicional de almendra, que no puede faltar en tu Navidad, también puedes disfrutarlo con otros frutos secos, cacahuetes, avellanas, e incluso piñones.

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